viernes, 10 de mayo de 2013

De faltas de respeto....

Visita relámpago de 2 días a Madrid, a trabajar con un proveedor. Bien, ha ido bien, buenas sensaciones...

Estar en Madrid me lleva a moverme en metro, hago que en Barcelona, con eso de vivir fuera de la ciudad, no hago (no es que no lo haga a menudo, es que no lo hago nunca).

Me gusta observar a la gente en cualquier sitio... pero el metro de Madrid es lo más de lo más, de otra dimensión. Pantalones que brillan con parisinas que brillan aún más, conversaciones íntimas a voz en grito, conexiones en directo con Quito, vía skype desde la T4 hasta Nuevos Ministerios... Todo eso en un trayecto que dura, aproximadamente, 25 minutos.


Ayer, cuando volvía de nuevo al aeropuerto, me tocó compartir vagón con una pareja... curiosa. Ella, un look muy nórdico: rubia rubísima, ojos claros, muy mona. Él, moreno, bajito, y ... con los cascos puestos. Sí, tal cual. Ella le hablaba, él contestaba elevando el tono (de ahí que me fijara en ellos) y entonces caí en la falta de respeto máxima: llevaba sus cascos puestos mientras la pobre sueca lo achuchaba, le hablaba, le daba besitos y le sonreía. La falta de educación alcanzó su punto más álgido cuando él comenzó a mover las manos a ritmo de reggaeton-rap-vete tú a saber lo que era... Yo,alucinada y llegados a este punto, mirando con absoluta indiscreción. 

Bueno, pues así llegamos hasta la T1-T2-T3 donde se bajaron. Me vi tentada de acercarme y decirle a ella: "espabila, por favor...", pero me contuve y seguí observando, esta vez eso sí, eligiendo mejor el objetivo.


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