sábado, 18 de mayo de 2013

Europarty 2013

Llegó el día, nervios por los preparativos, muchas ganas de pasarlo bien, de risas y de cachondeo: llegó el día de Eurovisión.

¿Friki? Sí, un rato... Desde que vivo en Barcelona, Eurovisión se ha convertido en una fecha marcada en el calendario de mi nueva familia, como la cena de  Nochebuena, la reunión familiar de la alubiada o el cumple de cualquiera de la casa. 

A mí me introdujo en esto de Eurovisión, mi querido Manel, que hoy nos cantará sus votos por teléfono. Como si conectásemos con la mísmisima Anne Igartiburu, oiga.


Ster2.0 Euro-anfitriona, en plena conexión telefónica.


Recuerdo aquella primera Europarty en Villa Diógenes, donde nos sumergimos (tal cual), personajes de lo más dispares. ¡Recuerdo haber acudido a la eurocita con un ex, muy ex! ¡Casi nada!

Desde aquellos pepinillos de Croacia y mi representación a Israel (quiso el destino que en aquella época compartiese además piso con Tomer, un chico israelí que me ayudó a preparar un plato típico del que no recuerdo ni el nombre...) han pasado muchas Europarties, la familia ha crecido, ha sufrido la crisis, mudanzas, 

aparentes disoluciones y, como hoy, reencuentros con más ganas que nunca. ¡Que siga la fiesta y las ganas de disfrutar! Guayominí, du puan!


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